Reescribimos cuentos

En esta actividad enseñaremos desde una dinámica de lectura y reescritura como un cuento puede ser la apertura a nuevos cuentos e historias.

Nuestro objetivo es que un cuento de origen sea el disparador para la creación de un nuevo relato creado por los propios alumnos.

En la primera sesión será lx tutorx del taller quien hará el primer ejercicio de reescritura.

Título del cuento: Sopa de Piedra.   

Autor: Anónimo

Autora de la adaptación: Vanesa Gourhand

La sesión se abre con la lectura del cuento «Sopa de Piedra»

El cuento Sopa de Piedra intenta mostrar la importancia del trabajo cooperativo, donde cada uno pone un poquito de sí pueden lograr un mérito, una obra, una comida mayor a la que podría darse si uno la hace individualmente, una obra que a su vez puede ser compartida. La importancia de compartir y cooperar. También hay una denuncia sobre el prejuicio que sentimos hacia los extranjeros sean estos mendigos o simples extraños, aunque no queda muy claro el “engaño” necesario para conseguir que todos aporten algo, es muy interesante el juego entre prejuicio y engaño que se da.

El cuento recreado a partir de este mantiene la mismas consignas: el trabajo cooperativo, el prejuicio, el engaño o ilusión para conseguir un propósito común.

El cuento tiene varios niveles de interpretación: si solo se trabaja la cuestión de la importancia del compartir y trabajar juntos para un fin común es un texto para niños entre 6 y 8 años, si se trata sobre la cuestión de los prejuicios y el engaño o la ilusión es un cuento que, sin dejar de lado la temática del trabajo cooperativo, también apto para un alumnado mayor de entre 9 y 11 años.

Materiales y puesta en escena para la lectura de los cuentos:

Para la lectura del cuento original el/la lectora prepara el aula como es lo habitual para la hora del cuenta cuentos.

Para la lectura del cuento derivado del cuento de origen es importante realizar un cambio de escena: Cambiar el lugar en el aula donde se suele leer, cambiar la luz poniendo una tela sobre o debajo de la luz principal o incluso apagando las luces y encendiendo linternas. Pequeños cambios que acompañen el salto al nuevo cuento que nació de otro.

Para la lectura del cuento que les dejo es necesario que el/la tutor/a se ponga un guardapolvo de colores como la maestra protagonista del cuento
Material: Las imágenes de los dibujos que van apareciendo en el relato y un tambor.

Motivación: Hablar con lxs niños previamente de las estaciones del año Cómo son, cuanto duran, que pasa en cada una de ellas, que les gusta más de cada una, que sonidos, olores y colores les pondrían a cada estación.

Lectura del cuento: Un pequeño mamaracho

«Con lo bien que había empezado la mañana», –pensó Toby aplastando su cara contra el brazo, totalmente desparramado en su banco, mientras miraba de costado a sus compañeros.
Y sí, la mañana en el cole había empezado super bien porque ese día la Maestra Carlota había entrado al aula con su delantal de colores y eso siempre era una buena señal y sin duda lo había sido: ¡¡Les había estado enseñando las estaciones del año!! Y puso música, una musica sin voces llena de sonidos e instrumentos con una canción diferente para cada estación (Las cuatro estaciones de Vivaldi se llamaba) y les contó un cuento para cada una de ellas y vieron imágenes y contaron cada uno una aventura diferente para cada estación. Y aprendieron cómo las semillas crecen en la primavera y florecen en verano, para morir en otoño y así dar lugar a nuevas semillas que permanecerían cobijadas bajo tierra durante el invierno. Y les explicó cómo la tierra se alejaba y acercaba al Sol mientras rotaba continuamente sobre su propio eje dando lugar a las diferentes estaciones… y tantas cosas más.
¡¡¡¡Había sido una mañana increíble!!!!…hasta que llego la actividad y Toby se preparo para lo peor cuando vio a la maestra Carlota abrir el baúl de las pinturas y dividir la clase en cuatro grupos, a los que distribuyó ese horrible material: pinturas, marcadores, crayones, purpurina y hojas en blanco. ¡¡¡Puaj!!.

Cada grupo tenía que hacer dibujos de una de las estaciones del año y a su grupo le toco el Invierno «que pesadilla», –pensó Tovy (No por el invierno, No sin duda que no, es que a Toby no le gusta nada de nada pero nada que nada lo de dibujar, dice que se le da fatal).
«¿Y ahora qué hago?» –Se preguntaba mirando la hoja blanca, y cuanto más la miraba más blanco se ponía y sentía que el frio de la hoja le recorría la mano entera y miraba a sus compañeros tan contentos pintando sin parar y no entendía como les salía a ellos tan bien y a él tan mal: ni una raya recta le salía… y el tiempo pasaba, tic tac tic tac, y Toby se hundía más en la silla con un lápiz rojo en la mano que sujetaba con fuerza mientras miraba como los colores iban y venían de mano en mano y de hoja en hoja entre sus amigos.
Pom! Pom! Pom! Sonó el tambor de la maestra Carlota anunciando el final de la actividad: había llegado el momento de entregar los dibujos … Toby espero hasta el final e iba observando como la cara de la maestra se llenaba de una sonrisa enorme viendo los trabajos de sus amigos y amigas que entusiasmados no dejaban de alardear de sus pinturas y ya cuando nadie más quedaba por entregar, se armo de valor, miro su mano, el lápiz rojo y sin pensarlo más dibujo un garabato como un gran punto gigante, horrible y sin forma. Entonces sí, se puso de pie y camino a entregar su trabajo con cara de pocos amigos.
«¡Buauuuuu, Toby!» –Fue lo que entonces escucho y alzo los ojos y vio la mirada de emoción de su maestra: «Toby, que belleza! Como lo hiciste?», –Cómo lo hice?– pregunto a su vez Tovy mirando aún en su mano el lápiz rojo. «Sí!! Cómo encontraste el Punto en que las cuatro estaciones se reúnen? Nadie hasta ahora lo había conseguido»
La maestra Carlota se puso de pie dio tres palmas y exclamo: ¡Mis queridos miren que maravilla lo que dibujó Toby! Y todos los niños y las niñas de la clase clavaron sus ojos en el dibujo y del dibujo a Tovy y de Tovy al dibujo y un murmullo empezó a crecer en la clase y se escuchaban risas bajas y Tovy se iba metiendo tras el guardapolvo de colores de la maestra Carlota.
Pero como una poseída la Maestra no dio tregua: –¡¡¡Miren con atención!!! ¡Abran bien sus ojos y escuchen!… y se acerco al grupo de primavera donde estaban las más expertas pintoras de flores de la clase, puso el dibujo ante ellas y les pregunto –¿Las ven?– Y las niñas se acercaron al dibujo y la verdad que no veían más que un punto mamaracho rojo, hasta que la pequeña Leyla dijo titubeante : –¿está lleno de flores rojas? –¡Sí!– exclamo la maestra Carlota loca de contenta y dijo:–Tovy corre trae una hoja blanca y enséñales las flores rojas que hay escondidas en el punto, Leyla te va a ayudar a dibujarlas!!! Y Tovy se acerco con la hoja en blanco y comenzó a pintar una flor roja, algo así como un punto pero con forma de flor y Leyra dibujo otra más a su lado y las otras compañeritas rápidamente tomaron sus pinturas rojas y ayudaron en la tarea para que se pudieran ver todas las flores rojas que había en el Punto.
Y se acerco entonces la maestra al grupo que había dibujado el verano y les puso el dibujo de Tovy en la mesa y les pregunto: –Lo ven? Ven dónde crecen las flores?– y miro a los ojos a Juan un experto en dibujar caminos y Juan sintiendo que debía decir algo miro con mucha atención el dibujo y entrevió un camino que zigzagueaba dentro del punto-mamaracho rojo y exclamo –¡Hay un camino de campo!–, mientras recodaba que cuando iba a pasear con su abuelo durante el verano el monte se llenaba de flores rojas. –¡Sí!– exclamo la maestra Carlota y les volvió a preguntar mirándolos a los ojos pero esta vez en voz baja –¿Y ven hacia donde va el camino de campo?– y los peques pegaron sus narices a la hoja y Paula exclamo –¡¡ha, va hacia un lago!!, ¿lo ven?– señalando un pequeño espacio en blanco que brillaba entre el rojo. Y Carlota suspirando dijo –un hermoso cristalino lago donde bañarse en verano– y llamo nuevamente a Tovy y le dijo –Mostrales el camino entre las flores hacia el lago– y Tovy que venia con la hoja llena de flores rojas empezó a dibujar un camino que Juan y Paula le ayudaron a pintar.
–¡Y no se olviden del lago!… qué hay muchos que no saben ver por estos lares– les advirtió la maestra Carlota antes de seguir su camino.
Dio otro golpe de tambor y se acerco a la mesa de Otoño, les puso el dibujo de Tovy sobre la mesa y les dijo: –escuchen, escuchen el sonido del viento sobre el lago, ¿qué les cuenta?. Y los niños muy atentos tocaron con sus dedos el dibujo y uno de ellos logro ver las distintas tonalidades del rojo y exclamo: –¡Hay reflejos naranjas! Y otro se acerco más y dijo: –es el reflejo de las hojas de los arboles que cubren el lago– y la peque que estaba a su lado dijo: –No, es el reflejo del Sol que se oculta tras las montañas.
Y la maestra emocionada llamo a Tovy y le dijo: –aquí hay unos cuantos que saben ver, es hora que el árbol dorado «guardián del Bosque» se deje ver y el Sol del verano se empiece a despedir.
Y un tropel de niños se volcaron en el dibujo lleno de flores rojas en el camino de campo que llegaba al lago, y mientras unos empezaban a dibujar una montaña, otros pintaban un enorme árbol naranja muy dorado. Y Tovy tomando un hermoso crayón amarillo miraba las montañas altas llenas de nieve que iban apareciendo y se atrevió a pintar un gran sol rojo y amarillo que se despedía.
Y llego entonces la maestra Carlota al grupo de invierno que ya esperaban ansiosos el momento de ver el punto rojo dónde se juntaban las cuatro estaciones. La maestra se acerco, se sentó en la mesa redonda, puso el dibujo con el punto rojo en medio y se quedo callada mirando con mucha atención, empezó a suspirar y miro a sus niños con una sonrisa rara en la cara y les pregunto: –¿se acuerdan cómo es el día en invierno y cómo son las noches?. –Sí, los días son más cortos y las noches son más largas– contestaron al unísono. –¿y que hacen los animales y las personas?– ¡Buscan refugios para pasar el invierno calentitos– respondieron. –Así es mis queridos–, le dijo la maestra Carlota y sonriendo continuo –Lo que aún nos falta por descubrir se encuentra muy escondido, como las semillas en lo profundo de la tierra, pero si miran con atención quizás puedan ver lo que hay junto al lago. Y con el dedo les marca una zona un poco más oscura como un punto, desde el cual parecía salir el gran punto rojo con trazos que señalaban zonas más pálidas y otras más oscuras.
Mientras … la clase entera se fue acercando al grupo de invierno y en un silencio expectante fueron rodeando la mesa, Tovy se pego a su maestra y puso el nuevo dibujo junto al dibujo del punto rojo… y una voz muy suave (la de la niña nueva) dijo:– hay otro punto en el punto rojo… parece una cabaña junto al lago… ven el humo. Y la maestra Carlota sonriendo y respirando muy profundo le da a Tovy un lápiz y le dice:–¿queres dibujarles la cabaña? Tovy aterrado niega con la cabeza pero la niña nueva de suave voz se acerca, toma el lápiz y dibuja junto al lago que se encuentra bajo el gran árbol dorado una cabaña con una puerta roja.

–Ahora sí mis queridos es hora de entrar a la cabaña que el frío baja por la montaña– y con un suave bong de tambor se abrió la puerta roja y en tropel los niños y las niñas entraron a cobijarse en la pequeña cabaña.
Un hogar con un fuego de llamas rojas y naranjas los espera, los envolvió en su calor , en las paredes de piedra, que parecían ampliarse como si respirara muy profundo, se reflejaban los colores que el fuego emitía. Un enorme silencio los acompañaba y a medida que los ojos se adaptan a la penumbra de la cabaña comenzaron a distinguir, de un lado y otro del hogar, una gran mesa, muy baja con almohadones enormes, donde parecía haber juegos para armar, aviones, un osito y libros. Y por el otro lado, en el rincón más oscuro … una pequeña luz blanca les llamo la atención, era una luz que tintineaba sobre una mesa pequeña pero alta, se acercaron y vieron que estaba llena de pinturas y pinceles y lo que parecía ser una tela, de las que se usan para pintar, con algo dibujado.
Se acercaron curiosos, para verla mejor y descubrieron asombrados que era un gran dibujo, exactamente igual al que ellos acababan de pintar entre todos: con flores rojas, con un camino de campo, un lago cristalino rodeado de montañas y un árbol dorado que lo custodiaba… e incluso se dejaba ver la pequeña cabaña donde se encontraban.
Y sonó, nuevamente, el bong de la maestra Carlota avistando el final de día en que entre todos aprendieron como las estaciones se esconden en los trazos que dibujan los lápices de colores.

[en esta parte final es muy importante ir generando un tono de expectativa, marcar pequeños silencios, suavizar el tono y hacer una lectura más pausada. Utilizar el tambor cuando corresponde y para el final es importante que los niños cierren los ojos e imaginen la puerta roja por la que deberán entrar, una vez en la cabaña la maestra los ira guiando hasta decubrir la imagen final]

Después del cuento:

En esta adaptación al cuento Sopa de Piedra se intento meter un nuevo elemento que son los propios prejuicios que los niños y niñas tienen consigo mismo: no se dibujar como los demás; no juego tan bien a la pelota como los demás, no me gusta trepar a los árboles como los demás, etc. Y las inseguridades que esto les genera ante el miedo a las burlas. Me pareció que este relato se prestaba a mostrar como puede el grupo ayudar, como cada uno de nosotros es mejor para unas cosas que para otras y por ello es tan importante trabajar en grupo. Como en el cuento de la Sopa de piedra cada uno aporta algo diferente y entre todos podemos hacer algo muy bello.
Las preguntas, entonces estarían orientadas a que los niños y niñas puedan comprender la importancia de estos asuntos. El rango de edad entre 7 y 9 años

¿Qué le pasaba a Tovy? Esta creo que siendo la pregunta más fácil es la pregunta más importante.
¿Y a ustedes que es lo que más les gusta hacer y qué es lo que menos les gusta?
¿Creen ustedes que los mamarachos son buenos dibujos? (Y aquí la tutora les puede mostrar imágenes de arte abstracto y comentar esas obras)
¿Qué creen ustedes que vio la maestra cuando miro el dibujo la primera vez?
¿Porque un punto rojo reúne todas las estaciones?
¿Saben lo que es imaginar? (Cada uno debe nombrar cosas disparatadas de color rojo)
¿Por qué creen que en la cabaña de invierno encuentran el mismo dibujo que habían hecho entre todos?
Las cuatro estaciones marca el ciclo completo del movimiento de la tierra : ven en esto un trabajo cooperativo, la naturaleza siempre trabaja como un todo en unidad.

Como actividad final para esta primera sesión preparar entre todos un gran mural lleno de mamarachos.

En la sesión siguiente lxs niñxs en grupo o individualmente deberán crear su propia historia a partir de este último cuento. La historia tiene cinco parte, el inicio donde Tovy tiene prejuicio de su arte como dibujante, y luego un pequeña historia para cada estación, y la moraleja final en el que el trabajo cooperativo descubre un nuevo dibujo en el mamaracho inicial. El/la tutor/a pondrá en común con lxs alumnxs el contenido de las partes del relato y así ellxs podrán elegir sobre cual les gustaría crear una nueva historia utilizando los elementos de estas.